Antígona | Sófocles

La voz firme de la conciencia contra la ley de los hombres

“No hay peor mal que la anarquía: destruye pueblos, arruina hogares, hace que el orden se vuelva caos.”

— Creonte

“No nací para compartir el odio, sino el amor.”

— Antígona

Dos visiones. Dos verdades. Un mismo destino trágico.

Así se abre el telón en la Tebas de Sófocles.

Introducción

Luego de reflexionar sobre el Manual de vida de Epicteto y su invitación a cultivar la virtud interior como refugio ante la incertidumbre, el Club de la Buena Estrella vuelve la mirada hacia otro pilar del pensamiento clásico: la tragedia griega. En esta ocasión, leemos Antígona de Sófocles, una de las obras más emblemáticas del teatro antiguo, donde el deber moral y la ley civil se enfrentan en un conflicto que sigue resonando, milenios después, con inusitada actualidad.

Marco histórico

Antígona fue escrita alrededor del año 441 a.C., durante el periodo clásico de la antigua Atenas, en una época de esplendor cultural y tensiones políticas. Atenas era entonces una democracia joven y orgullosa de su orden jurídico, pero también una ciudad que empezaba a preguntarse por los límites del poder y la obediencia. Sófocles, uno de los tres grandes trágicos atenienses junto a Esquilo y Eurípides, escribió esta obra en un contexto donde el equilibrio entre leyes humanas y valores eternos era tema de debate. 

En su tragedia, este dilema se corporiza en la figura de Antígona, una joven que desafía las órdenes del rey en nombre de la justicia divina y los deberes familiares.

Sinopsis

Tras la guerra entre los hermanos Eteocles y Polinices por el trono de Tebas, ambos mueren en combate. Creonte, nuevo rey de la ciudad, decreta honores fúnebres para Eteocles, pero prohíbe enterrar a Polinices, a quien considera traidor. Antígona, hermana de ambos, decide desobedecer esta orden y darle sepultura a su hermano, guiada por una ley más antigua: la del amor y el deber familiar. El acto de Antígona desata un conflicto trágico que involucra a Creonte, a Hemón (hijo del rey y prometido de Antígona), y al destino mismo de la ciudad. La tragedia avanza inexorable hacia su desenlace, marcado por la obstinación, la pérdida y la revelación.

La edición que leemos

Para esta lectura utilizamos la traducción de Luis Gil, publicada por Penguin Clásicos. Esta edición combina un lenguaje claro y elegante con una traducción apegada al original griego, lo que permite acceder en buena medida a la profundidad filosófica del texto y a su belleza poética.

Luis Gil —filólogo clásico y profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid— ofrece una versión cuidada que mantiene la intensidad dramática de los diálogos y la gravedad de los coros. Además, el volumen incluye un epílogo a cargo de Jordi Balló y Xavier Pérez, titulado La desobediencia civil, que enriquece la lectura desde una mirada contemporánea: la figura de Antígona como emblema de la resistencia ética frente al poder autoritario.

¿Por qué leer Antígona hoy?

Porque en Antígona resuena una pregunta que nunca pierde vigencia: ¿hasta dónde obedecer la ley cuando choca con nuestra conciencia? El dilema entre lo legal y lo justo, entre el deber civil y la compasión humana, sigue presente en nuestras sociedades. Además, el personaje de Antígona ha sido leído a lo largo de la historia como símbolo de resistencia del individuo frente al Estado, y más recientemente de la ética femenina frente al poder patriarcal. Su figura inspira a pensadores, dramaturgos, activistas y lectores por igual. Leerla hoy también es preguntarnos por nuestras propias fidelidades, nuestros silencios y nuestras decisiones en momentos límite.

Antígona hoy: ecos de desobediencia civil en el mundo contemporáneo

El conflicto que atraviesa Antígona —obedecer la ley del Estado o seguir la ley de la conciencia— ha sido leído durante siglos como una metáfora poderosa de la desobediencia civil. Su eco resuena en episodios de la historia reciente, donde personas comunes han desafiado normas establecidas en nombre de principios éticos, espirituales o humanitarios.

A continuación, algunos casos que pueden ser analizados a la luz de la tragedia de Sófocles:

  • Rosa Parks y el movimiento por los derechos civiles (EE. UU., 1955):
    Al negarse a ceder su asiento a un hombre blanco en un autobús segregado, Rosa Parks rompió la ley para afirmar la dignidad de su comunidad. Como Antígona, eligió el amor y el respeto por encima de la obediencia ciega.
  • Objeción de conciencia al servicio militar obligatorio:
    Muchos han sido encarcelados por negarse a tomar las armas, guiados por convicciones éticas o religiosas. Su resistencia evoca la postura de Antígona: fieles a una ley no escrita, aunque les cueste la libertad o el reconocimiento público.
  • Edward Snowden y la denuncia de la vigilancia masiva (EE. UU., 2013):
    Al revelar prácticas secretas de vigilancia global, Snowden violó leyes de confidencialidad por una causa superior: defender la verdad y la libertad individual. Como Antígona, eligió exponerse al castigo antes que callar frente a lo que consideraba una injusticia.
  • Mujeres iraníes que desafían la ley del velo obligatorio (actualidad):
    Al negarse públicamente a usar el hiyab, muchas mujeres enfrentan represión por reclamar su derecho a decidir sobre sus cuerpos. En su gesto resuena el coraje de Antígona: una mujer sola, en pie frente a un poder que pretende silenciarla.
  • Greta Thunberg y los paros escolares por el clima:
    Faltar a clases en protesta por la inacción política ante el cambio climático es, en sí, una forma de desobediencia. Greta, como Antígona, apela a una lealtad mayor: la que se debe a la vida, al futuro y al planeta.

Estos ejemplos no solo acercan Antígona a nuestra época, sino que invitan a discutir en qué momentos es legítimo, necesario —y quizá hasta moralmente obligado— desobedecer una ley.

El autor

Sófocles (496 a.C. – 406 a.C.) fue un poeta trágico ateniense, contemporáneo de Pericles, Heródoto y Fidias. Escribió más de 120 obras, de las cuales solo siete han llegado completas hasta nosotros.

Innovador en el arte dramático, introdujo un tercer actor en escena, amplió el papel del coro y perfeccionó la estructura de la tragedia. Su trilogía tebana —Edipo Rey, Edipo en Colono y Antígona— es considerada una cima de la literatura universal. Sófocles vivió en una Atenas en plena transformación y su teatro, profundamente humano, ha trascendido su época para interpelar a todas las generaciones. El Club de la Buena Estrella acude a su encuentro este mes de abril de 2025. Estás cordialmente invitado a acompañarnos en este nuevo viaje literario.

Ficha del libro

Antígona será nuestra lectura 252 y Sófocles el autor 194 en la historia del CBE.

Metas de lectura

Antígona se comentará en una única reunión del Club de la Buena Estrella, el jueves 24 de abril de 2025.



Henry Andino 12 de abril de 2025
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